viernes, 16 de agosto de 2013

MAFIA Y PODER



UN DAÑO IRREPARABLE

"La multitud de leyes frecuentemente presta excusas a los vicios".
René Descartes (1596-1650) Filósofo y matemático francés
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JOSE LUIS HERNANDEZ SALAS

La autoridad responsable, en este caso la Secretaría del Medio Ambiente Recursos Naturales y Pesca y la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente, deben de suspender la operación del Acueducto Independencia, aún que no esté concluido el procedimiento de consulta, "en caso de que advierta que dicha operación llegue a causar un daño irreparable a la comunidad yaqui".

Tal es la sentencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y resulta evidente que en todo trasvase de agua hay daños irreparables, uno en la disposición del agua que ya fue trasvasada de una cuenca a otra, que no puede ser devuelta y,

Dos: el daño más grave es la extinción de especies de flora y fauna del Rio Yaqui que son succionadas por las bombas del acueducto en el embalse de captación de la cuenca "donadora" y que mueren ante la succión mecánica del sistema de bombeo, durante el trayecto de transporte de una cuenca a otra y/o al llegar a la cuenca receptora con aguas de una composición química diferente.

Esto constituye un daño y una pérdida irreparable para la comunidad Yaqui, en los recursos naturales de su entorno, pues esa comunidad indígena, además de vivir de las actividades agropecuarias, se ha dedicado desde sus orígenes a la pesca en el Rio Yaqui y en la misma presa Plutarco Elías Calles,  conocida como "El Novillo".

No existe pues,  ninguna duda de los daños irreparables para la comunidad yaqui. Sobre lo que si hay duda y mucha,  es sobre  si el nuevo gobierno del Presidente Enrique Peña Nieto podrá acabar con la eterna corrupción e incompetencia de la Semarnat y de la Profepa, con la ayuda de sus nuevos titulares en Sonora.

Digamos que esas dependencias federales están sometidas, por la circunstancia, a una prueba de transparencia y honestidad que puede proyectar favorablemente a sus titulares o  hundirlos en el fango de la corrupción, la incompetencia y el desprestigio para siempre.

No se necesita ser un experto en ecosistemas para percatarse de los daños irreparables que ocasiona cualquier trasvase, en donde el impacto ambiental afecta también por supuesto a la agricultura y a la ganadería.

A nivel internacional, la instalación de plantas desaladoras están ganándose la preferencia de gobiernos, empresas y comunidades especialmente cuando las nuevas tecnologías las están llevando a un punto de mínimo impacto ambiental, al disolver las sales que se regresan gradualmente al mar y al eliminar de ellas las energías contaminantes.

Es importante mencionar que uno de los grandes  inconvenientes de las plantas también conocidas como desalinizadoras  ha sido resuelto: el alto gasto y costo de energía eléctrica contaminante y que las nuevas tecnologías lo han eliminado remplazadolo con energías limpias, renovables y sustentables como la solar, la eólica y la mareomotriz.

Existe sin embargo un  Impacto Ambiental más terrible e irreparable que no pasa por la inteligencia de la burocracia ni de la clase gubernamental y política de este país, para el cual no existe ni legislación: El perverso daño Impacto Ambiental que ha provocado el Acueducto Independencia en el tejido social de Sonora, desgarrando el nivel de  vida civilizada que se había alcanzado entre las familias, los partidos, los gobiernos, las empresas y hasta los medios de comunicación.

¿Quien va a reparar el daño social, como y en cuanto tiempo?, ¿cual es el costo del alto Impacto Ambiental en el Poder Ejecutivo, Legislativo y Judicial de Sonora y en la vida social, política y económica del estado y del país?.

La escasez de agua en Hermosillo se puede y debe resolver en lo inmediato y en el corto plazo con tres acciones concretas: 1.- La reparación de fugas, 2.- La Gobernanza hídrica de la Cuenca del Rio Sonora, por parte de la Conagua, administrando las trece mil represas que evitan que el agua llegue a la ciudad y 3.- La compra de pozos cercanos.

La solución definitiva a mediano y largo plazo que puede fincar los cimientos de un desarrollo industrial, comercial turístico y de servicios hasta el infinito, es sin ninguna duda la instalación de una de varias plantas desaladoras para todo el estado, a la medida y circunstancia de cada población, que pueden irse ampliando modularmente a futuro.

Es importante mencionar en este momento de Sonora, que el Plan Nacional de Desarrollo contempla originalmente una planta desaladora para San Carlos, Nuevo Guaymas que tendrá un costo inicial de 500 millones de pesos.

Aquí la crisis social, política y económica que vive el estado obliga a replantearse  la situación: ¿Porqué no establecer, al igual que en San Carlos, una gran planta desaladora en Guaymas, para abastecer de agua al puerto, a la vecina ciudad de Empalme y aprovechar las instalaciones del Acueducto Independencia desde Guaymas para llevar agua a Hermosillo.

El Acueducto Independencia se desconectaría del Rio Yaqui, a escasos kilómetros del lugar y se aprovecharian los mismos motores para la zona de captación.

Si se piensa bien, es poca la diferencia de distancia al mar que tiene Guaymas de Hermosillo, comparada con la que tiene la Costa de Hermosillo con la capital del estado.

De esta manera no se perdería la inversión del acueducto independencia pués sería la obra obligada que la planta desaladora de todos modos requiere para su funcionamiento.

Sonora tiene poderes muy grandes para resolver este problema: Mar, Sol, territorio y la férrea voluntad de los sonorenses que han vencido al desierto. Esta es una batalla más contra el medio ambiente que se puede ganar igual: Con espiritu, con voluntad, con temple, con unidad.

La batalla  que se antoja imposible, es la batalla contra la corrupción del Palacio de Gobierno, de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, del Gobierno Federal, de la Cámara de Diputados, de la Cámara de Senadores, de los partidos políticos y la perversión de quienes han hecho todo este daño por el odio, la ceguera y la ambición de incharse los bolsillos con el dinero del pueblo pobre al que quieren engañar para robarle lo último que le queda: Su voto.

Como dijo el General Francisco Villa: "Eso es lo que vamos a ver".

Saludos.

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