¿Y USTED… A QUE HORAS VA POR EL PAN?

Los hermanos Valdez, una tradición en la elaboración

del pan tradicional en el pueblo Mágico de Álamos

Juan Vidal Castillo

    ÁLAMOS, Sonora, abril 12 de 2013.- De las delicias que tiene el pueblo de Mágico de Álamos,  probablemente la de más antigüedad y más alta demanda es la del consumo de pan,  “producto de harina”  dirían los políticos.

Así lo afirma Martín Alberto Valdez, panadero de tradición que desde hace 26 años se dedica a la elaboración de pan en Panadería Alba, empresa familiar  ubicada casi al final de la calle 16 de Septiembre, del barrio el Barranco.

    Martín Alberto y sus Hermanos Marco Aurelio y Ramón cariñosamente conocido como el “CHATO”  pertenecen a la segunda generación de panaderos Valdez quienes desde varias décadas elaboran de manera artesanal y con mucho esmero y calidad el pan que les ha permitido sacar adelante a sus familias. 

    También realizan parte importante sus ayudantes Ramón Aguilar, Rafael Balderrama

     Nuestro entrevistado nos confía que fue su padre Don Ramón quien escribe las primera páginas de la historia de su panadería, experiencia que los ha llevado a tener recetas propias para sus panes.

     A su vez su progenitor aprendió el oficio de don Cleofas, en un local que estaba cerca de la escuela Bartolomé M. Salido; después emigró hacia Villa Juárez, allí nos iba muy bien expresa Marco Aurelio, pero traíamos la ilusión de trabajar aquí, de donde somos originarios. A como podíamos enviabamos dinero para construir los primeros dos cuartos. Cuando lo lograron, regresaron a su terruño y desde entonces hasta la fecha le han dado imagen y prestigio a su negocio.

      Los Valdez eran muy chicos cuando ayudando a su padre ingresaron a la industria panificadora; nunca pensaron en qué tanto permanecerían en élla, hoy sienten que es lo mejor que les pudo haber pasado: “a diferencia de los trabajadores de gobierno, nosotros aunque vendamos poquito, pero todos los días disponemos de un poco de dinero para comprar lo que necesitamos para comer” vivimos sin lujos ni grandezas pero somos muy felices continuando con esta tradición iniciada por nuestro padre, nos dice Valdez.  “Nosotros lo que hacemos es la panadería tradicional, respetamos los procesos tradicionales de hacer pan, hacemos panes tradicionales como se hace en otros lados, pero con la mejor materia prima y la mayor de la higienes”, explica.

      Esto les ha valido para ganarse un gran sitio dentro de la clientela alamense y para ello se esfuerzan diariamente para que la gente les siga consumiendo sus panes.

      Mientras la modernidad llega a las panificadoras de las grandes ciudades en panadería Alba el tiempo parece haberse detenido, los Valdez, como en los viejos tiempos comenzaran la rutina de la mezcla de harina, agua, sal, levadura y algunos aditivos desde muy temprano y sentirán haber terminado su tarea cuando sus deliciosos panes estén siendo paladeados con una humeante taza de café.