Es parte de una red mundial que incluye 529
reservas de la biósfera diseminadas en 105
países, de las cuales
35 pertenecen a México
Por la pérdida de su hábitat y por su ven ta como mascotas, la Guacamaya Ver- de está en peligro de extinción. |
Juan
Vidal Castillo
ÁLAMOS, Sonora, febrero 17 de 2013.- Estaba por terminar el año 2006, (mes
de Octubre para ser precisos) cuando los medios informativos difundieron la
noticia de que el área natural protegida de Álamos había sido incorporada por la UNESCO a la red mundial de
reservas de la biosfera, informó la Secretaría de Relaciones Exteriores.
La mayoría de la población, en especial
la del área rural no entendieron la
magnitud del hecho: estaban lejos de imaginar que el sitio había adquirido
visibilidad internacional, así como un reconocimiento a las acciones
emprendidas en el ámbito nacional para su preservación.
Polluelos de Guacamaya |
La reserva, que ya había sido catalogada
por el gobierno mexicano como “Área de Protección de la Flora y la Fauna Silvestres
y Acuáticas”, tiene en su hábitat más de 480 especies de animales, 300 de ellas
aves.
De
igual forma, en esta zona se han registrado más de 1,200 especies de plantas,
lo que representa alrededor de 50 por ciento del total de la flora que existe
en México.
Álamos se unió a la red mundial que abarca
un total de 529 reservas de la biosfera diseminadas en 105 países, de las
cuales 35 de los lugares inscritos pertenecen a México.
Huevos de Guacamaya |
El objetivo de la declaración de reservas
consiste en reducir la pérdida de biodiversidad y mejorar los medios de
subsistencia de las poblaciones que las habitan, que son la flora y la fauna
silvestre y también Acuática, esto a fin de lograr un medio ambiente sostenible
tanto para el humano como para los que habitan en la ahora reserva.
Una de las 300 aves que habitan la reserva
de Álamos es la:
Guacamaya
Verde (Ara militaris)
Descripción: El
tamaño va de 67 a
75 cm .
El plumaje es de color verde olivo, en la nuca, cuello y corona el tono es
mate. Las plumas cobertoras y secundarias son de color verde olivo oscuro,
frente y mejillas color rojo carmesí, la rabadilla y cobertoras de la cola
presentan color azul turquesa. Presenta en el rostro algunas plumas a manera de
5 a 6
bandas de color rojo carmesí y la piel es de color rosa claro El pico es negro
mate y el iris es de color amarillo, patas y dedos de color gris oscuro. Los
juveniles son similares, excepto por las plumas cobertoras del ala color verde
pálido y las plumas de la garganta.
Distribución: Se ha mencionado que en México la
guacamaya verde ocurre en poblaciones aisladas en los estados de Sonora,
Sinaloa, Chihuahua, Durango, Nayarit, Jalisco, Colima, Michoacán, Guerrero,
Morelos, México, Oaxaca, Nuevo León, Zacatecas, San Luis Potosí, Querétaro y
Tamaulipas; su distribución histórica también incluía el estado de Chiapas.
En
el Área Natural Protegida Sierra de Álamos-Río Cuchujaquí aún es posible verla
en relices y en montañas cercanas a las comunidades de Choquincahui y Sta.
Bárbara.
Hábitat: La guacamaya verde se encuentra en
hábitats con cobertura vegetal abundante como la selva baja caducífolia (selva
seca) y en matorrales semidesérticos (ambos característicos de la reserva), en
donde pueda encontrar alimento (principalmente semillas, frutos y brotes de
plantas) y refugio ya que suele anidar en huecos de árboles o grietas en las
rocas características de zonas montañosas. Pone de 2 a 3 huevos los cuáles
eclosionan después de unos 25 días, aunque generalmente sólo sobrevive un
polluelo. Suelen volar en parejas o en grupos familiares de hasta 5 individuos.
El papel ecológico de las guacamayas radica en que son dispersoras de semillas
de muchas especies de plantas de las cuales se alimenta, además es un
importante bioindicador de la salud del ecosistema.
Amenazas: La guacamaya verde esta considerada en
Peligro de Extinción de acuerdo a la ley nacional (NOM-059-SEMARNAT-2001). El
nivel de protección que se asigna está dado principalmente por una drástica
disminución en su área de distribución debido a la pérdida del hábitat y la
problemática del tráfico para su venta como mascotas; de acuerdo a entrevistas
realizadas con los traficantes de animales se estima que se capturan entre
65,000 y 78,500 pericos (incluídas las guacamayas) cada año. La tasa de
mortalidad general para pericos capturados del medio silvestre, excede el 75%
antes de llegar al consumidor final, lo que se traduce entre 50,000 y 60,000
pericos muertos cada año, lo cual convierten a este comercio en uno
terriblemente inhumano y de un gran desperdicio. Otros agentes que ponen en peligro
el éxito reproductivo de las guacamayas, son las tormentas que destruyen sus
sitios de anidación, enfermedades, parásitos y competencia por las cavidades
con otras aves.
Conservación: Se busca conjuntar una serie de
acciones que resulten en el beneficio de la conservación de la especie y su
hábitat. De esta manera se pretende que los esquemas de conservación estén
vinculados estrechamente con los aspectos productivos de las comunidades
asentadas en las zonas donde se distribuyen la guacamaya verde (como ocurre
dentro del ANP).
Por otro lado recientemente se
modificó la Ley
(23 de abril de 2008) para prohibir el aprovechamiento extractivo, con fines de
supervivencia o comerciales, de cualquier especie de perico nativo de México.
Esto podría ser el principio de la recuperación para los pericos, loros,
cotorros y guacamayas del país, pero sin la participación de todos esto no será
posible ya que de existir demanda siempre habrá alguien dispuesto a violar la
ley.
Recuerda si compras un perico o guacamaya
eres cómplice de los criminales, ya que equivale a que compres droga a un
narcotraficante.
Esta especie
es el símbolo de la reserva y su importancia radica en que somos el límite
norteño de su distribución y en nuestras manos esta conservarla como patrimonio
de todos los alamenses.
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