lunes, 2 de junio de 2014

REFLEXIONES LIBERTARIAS


ESO NO ES CAPITALISMO SEÑORES I

      Tremenda polvareda ha levantado quien el niño prodigio del liberalismo, Axel Kaiser, llama el nuevo Marx y mi amigo tiene toda la razón. El economista francés Thomas Piketty, con la reciente publicación de su libro, El Capital en el Siglo XXI, ha mantenido a la izquierda mundial en un estado de orgasmo intelectual ante sus pronunciamientos. Conservadores y liberales se alarman ante el fenómeno y sin entenderlo bien se preguntan. Si la propuesta socialistoide de Piketty está ya comprobado no funciona. Si el capitalismo ha fallado produciendo crisis como la de EEUU en años recientes, las concentraciones de extrema riqueza y pobreza ¿Qué nos queda? Y casi evocando al Chapulín Colorado se preguntan ¿Quién podrá ayudarnos?      
Sin embargo, a pesar de estar ya inmersos en la era de la información, jamás había yo atestiguado tanta gente desinformada, despistada, confundida y, lo más grave, tan dogmática en cuanto a la afirmación de sus ideas deformadas. En este  Tercer milenio el deporte favorito de los intelectuales, políticos, periodistas, empresarios, profesionales, líderes etc, es el arremeter en contra del capitalismo, como ellos lo entienden. La receta favorita de tales filósofos, encontrar una “tercera avenida” y en cada esquina nos encontramos al nuevo Keynes inventando la nueva poción del salvamento. Ahora Piketty les llega su ansiada salvación. 
Anoche tuve la oportunidad de disfrutar un programa de TV de ese gran liberal, John Stossel, en relación  a este controversial tema. Es la primera vez que tengo la oportunidad de ver la luz ante las agresiones dementes que han cobrado forma los últimos años. En primer lugar, Stossel, refiriéndose al problema de la socialización de los servicios de salud alrededor del mundo, hace una afirmación por demás sabia: “el capitalismo original ya no existe,” es un término inventado por los filósofos de banqueta enemigos del verdadero “capitalismo.” Entonces, ¿contra qué arremeten nuestros intelectuales? ¿Contra algo que no existe?, ¿contra algo imaginario? Porque ellos nunca definen al enemigo, solo arremeten contra ese ser imaginario y maligno que en otras ocasiones llaman; “neoliberalismo.”  
Ante las alabanzas al sistema socializado de salud en Canadá, Stossel nos muestra cómo los canadienses tienen que esperar hasta seis meses para un servicio médico de urgencia. El problema es tal, que ha nacido una industria de pacientes construyendo puentes hacia el servicio médico privado de los EU. “El gobierno por tradición es inepto porque no tiene competencia,” afirma Stossel. 
Lo que nuestros amigos intelectuales llaman erróneamente capitalismo, es lo que Adam Smith conoció como Monarquía o feudalismo, es decir, el Rey, sus señores feudales repartiéndose la riqueza, las propiedades, los negocios, las concesiones, los territorios de las colonias. Cerrando los mercados a la competencia para que los señores feudales puedan seguir exprimiendo a los “súbditos” con sus monopolios, oligopolios etc, es la economía de la edad media o de la época colonial en la Nueva España afinada con computadoras, jets ejecutivos, guardaespaldas y apartamentos en Park Av. en Nueva York. Eso sí, una gran retórica de su amor por los mercados y el combate a la pobreza.  
“EL emergencia del Liberalismo, de la mano con el verdadero capitalismo, en el siglo XVII fue una reacción en contra de los monarcas y los aristócratas que vivían del trabajo productivo del pueblo.” D. BOAZ  
Lo que los señores intelectuales identifican como las agresiones globales de su versión de capitalismo, es solo un sistema controlado e intervenido al que Mises bautizó como intervencionismo. Es el sistema en el cual por años el Estado ha definido quienes son ganadores y perdedores, los premiados, los desposeídos. Son los mercados aprisionados en el mismo traje por muchos años, ahora el chico (el mercado) ha crecido, ya no le queda el traje, lo está rompiendo por todos los ángulos. Son los mercados calificando el capitalismo CRONY de Japón, el capitalismo familiar y corrupto de Argentina, el capitalismo gansteril de Rusia, el capitalismo tropical y corrupto de toda América Latina, el capitalismo del narcotráfico en Sudamérica, el capitalismo mexicano de Slim. 
Los intelectuales claman el “capitalismo” es cruel pues sólo toma en cuenta aspectos materiales. Bueno, yo no sé de su capitalismo, pero el verdadero capitalismo es una rama de la ciencia económica que simplemente trata de resolver necesidades materiales crecientes con recursos muy escasos, en un ambiente de libertad. Es todo, no se trata de moralizar a la sociedad, para eso tenemos la religión, la economía en si es material, debe de ser material, es la satisfacción de necesidades materiales, no espirituales ni morales.  
El capitalismo via Liberalismo es una doctrina orientada hacia la conducta del hombre en este mundo, en el mundo material. No promete la felicidad, solo promete la satisfacción mas completa de sus necesidades materiales. Los mercados en un ambiente de libertad, no hay duda, ofrecen oportunidades para todos y en una economía competitiva, satisfactores mejores, más abundantes y a los mejores precios para las necesidades materiales del ser humano. El liberalismo no consuela al triste, ni divierte al aburrido.  
En este ambiente de libertad y “responsabilidad,” el ser humano debe conducirse de acuerdo a sus principios, valores, costumbres, su ética, sus creencias religiosas que deben de estar implícitas en sus iglesias, templos o sinagogas, pero, sobre todo, con lo que hemos aprendido en nuestros hogares. El Estado y la ciencia económica no tienen ningún campo en la formación moral de las sociedades. El ser humano se comporta en los mercados y en sociedad de acuerdo a sus valores morales y éticos ya incrustados en su interior. El mercado no moraliza ni corrompe al ser humano cuando el corazón está ya corrupto. El hombre debe ser responsable de sus corrupciones internas que construyen su exterior. El mercado no hace juicios morales, son los participantes en los mercados los que deben de aplicar esos principios. 
La economía austriaca define la Praxeología como el ofrecer al mundo el conocimiento y la información de las “consecuencias” de los diferentes tipos de acción humana. El orden, la armonía, la eficiencia de los mercados libres y voluntarios. El desorden, el conflicto, la ineficiencia de la coerción e intervencionismo de los gobiernos. La Praxeología solo nos informa cómo los principios voluntarios de los mercados libres nos llevan hacia la libertad, prosperidad, armonía, eficiencia y orden; mientras que la coerción y la intervención gubernamental nos llevan al conflicto, explotación del hombre por el hombre, ineficiencia, pobreza, y caos.
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@elchero

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