Observe la foto del templo a partir del Quiosco de Álamos |
Juan
Vidal Castillo
ÁLAMOS, Sonora, julio 07 de 2013.- Usted, al igual que un servidor, por lo menos en una ocasión ha
escuchado o recitado la hermosa poesía del nicaraguense Ruben Darío dedicada a
Margarita Debayle que dice: “Éste era un rey que tenía un palacio de diamantes,
una tienda hecha del día, un rebaño de elefantes, un kiosko de malaquita, un
gran manto de tisú, y una gentil princesita, tan bonita, Margarita, tan bonita
como tú....”
Dijo... Un quiosco de malaquita… ¡¡¡¡Quiosco!!!!
Ahora, permítame
preguntarle...¿que es un quiosco?
Lucas Caballero y su Orques ta amenizaron varias oca siones desde el Quiosco |
Quiosco, nos dice el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española ,
proviene del árabe kûsk y del persa kü’sk (palacio, pabellón): “Templete o
pabellón de estilo oriental y generalmente abierto por todos lados, que se
construye en azoteas, jardines, etc., para descansar, tomar el fresco, recrear
la vista y otros usos.”
El quiosco es un elemento de equipamiento urbano desconocido en México
hasta el siglo XIX. Los primeros de que se tiene noticia aparecen en
Toda una armonía arquitectó nica que incluye al Quiosco. |
la segunda
mitad de ese siglo y son importados de Europa con la idea de decorar las calles
y parques públicos, iniciativa que nació con la revolución industrial dada en
Inglaterra a fines del siglo XVIII, cuando se empiezan a producir obras y
muebles de ornato, hechos de materiales pesados como el hierro. Son traídos a
México junto con adornos para edificios
y monumentos (balconería, verjas, cornisas y toldos) durante el segundo imperio
y la República
Restaurada.
El tradicional quiosco existente en la Plaza de Armas, de marcada influencia mozárabe
toma carta de naturalización en Alamos posiblemente en obediencia al mandato o
sugerencia del Régimen Presidencial Porfirista, Recuérdese que el Vice Presidente era el Alamense Ramón Corral y Verdugo.
Y es que Bajo este régimen, empiezan a surgir un sin número de quioscos,
que pronto son utilizados como punto focal de las reuniones que se llevan a
cabo en las plazas públicas, como expresión dinámica de la apertura entre las
diversas clases sociales que transitan del esquema centrípeto colonial al
centrífugo producto de la nueva Concepción Científica e Industrial del Mundo.
La estructura metálica del Quiosco de Álamos fue traída en barco desde
Mazatlán hasta Agiabampo, y posteriormente conducida en carromato a esta Ciudad. Durante la
transportación, se quebraron algunas de sus partes. Curiosamente la base que se
erigió para su instalación resultó ser más pequeña.
Ambas situaciones ocasionaron retrasos en la fecha de su inauguración,
misma que se da el 15 de Septiembre de 1904, siendo presidente Don Ignacio
Lorenzo Almada.
El Quiosco de Álamos se Integró de inmediato a sus funciones sociales
tales como: foro abierto de arte, recinto de bandas y orquestas musicales,
espacio político, referencia urbana, punto de partida y símbolo convocatorio de
reuniones y de eventos trascendentales, centro del cuadrángulo cívico
recreativo, y de ornato.
Durante la época de auge de las
orquestas en esta ciudad hoy virtualmente olvidadas pero vigentes, en las
primeras décadas de 1900 los quioscos de la Plaza de Armas y de la Alameda,
permitieron al Álamos de ayer, de una manera igualitaria, el disfrute de las
serenatas.
Y podemos decir... ¡Qué trío tan especial! , quiosco, orquestas y
marchas...
Estruendo forjado en los instrumentos de viento y en las percusiones, fieles
intérpretes de los sonidos y de la estética de excelencia de la época, paladeada
a manera de tertulia con los amigos mientras se degustaba un aperitivo, e
intercambiando los sitios, sin plateas
ni palcos, desde escenarios circundantes e itinerantes, sin distinción, ni
privilegios ni reservaciones. Al parecer el pintor Leonardo Santoyo es el autor
del decorado del quiosco, pero independientemente de quien haya sido, el
artista le imprimió un protagonismo tranquilo de imágenes musicales donde
aparecen partituras e instrumentos.
Debido a su deterioro en 1955 los
lienzos fueron restaurados en Navojoa
por don Trinidad Gastélum por contratación del Sr. Willian Levant Alcorn.
Cuatro décadas después en 1995 fueron retirados por estar casi totalmente destruídos
y reemplazados por una réplica casi exacta realizada por el pintor Osvaldo
Contreras Cantú.
Aún cuando los preludios de Verdi, Strauss, Bizet, Puccini, o los pasodobles,
marchas y serenatas ya no son ejecutadas muy frecuentemente en este bello
recinto de evocación, el gazevo en mención conserva los mismos detalles
moriscos que le otorgaron sus constructores.
El Quiosco de Alamos es una de las joyas que por más de 100 años ha dado
señorío al Pueblo Mágico de Álamos.
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