viernes, 19 de octubre de 2012

BISTURÍ

José Luis Parra
Samuel Moreno hizo ver mal
al compadre de Peña Nieto


José Luis Parra

       Hermosillo, Sonora, octubre 19 de 2012.- La emboscada que le prepararon el día del informe de gobierno a Luis Miranda Nava, representante de Enrique Peña Nieto a ese acto de Guillermo Padrés, puso a trabajar a los amigos del político mexiquense, que sí los tiene por estas tierras, para detectar al presunto filtrador de la reunión con un grupo de cajemenses opositores al Acueducto Independencia. Y reportan que ese personaje es ni más ni menos que el diputado local Samuel Moreno Terán.
     Confirmado, me comunicaron, Samuel Moreno filtró la información a un columnista y al Gobierno del Estado.
     Supongo que el coordinador nominal de la bancada del PRI en el Congreso local midió el alcance de sus actos, ya que Luis Miranda, apodado “El Bazooka”, es compadre del presidente electo Enrique Peña Nieto. Para el próximo gobierno federal se le ubica en la Secretaría de Gobernación o la Secretaría de Seguridad Pública. A manera de ubicación, podríamos comentar que en el primer equipo peñista los Luises, Videgaray y Miranda, ocupan posiciones cercanísimas al presidente electo, pero distantes entre sí. Son, pues, los famosos equilibrios de un gobernante.
Cuando el columnista que relató la crónica de ese desafortunado encuentro (claro, desafortunado para Luis Miranda), intercambiaba puntos de vista con un amigo. Y coincidíamos en que la filtración tuvo que ser de un priísta bien informado. El relato periodístico fue con detalles. Primero pensamos que podía ser “El Pato” de Lucas, que por aquí andaba el día del informe. Pero al iniciar las investigaciones, ese grupo de amigos del “Bazooka” detectó al verdadero filtrador.
Este episodio forma parte de la añeja disputa entre Manlio Fabio Beltrones y Eduardo Bours (quien, por cierto, mantiene excelente relación con Luis Videgaray). Por eso, Samuel Moreno, quizá pensando que abonaba a la causa, metió sin chiste al pleito a los operadores padrecistas que ahora podrían tener la animadversión, o al menos falta de colaboración, de un próximo funcionario federal de respetable peso.
El objetivo, se supone, era hacer quedar mal a los boursistas que participan en el “Novillo No”, liderados por el joven alcalde cajemense Rogelio Díaz Brown, sobrino de Beltrones, a quien sus poderosos padrinos lo hacen madurar en forma rápida para meterlo a la pelea por la candidatura a gobernador para el 2015.
“El Roger” ha sabido mantener los equilibrios con el grupo boursista, demostrando incluso talento, pero acciones como la del informe al parecer llevan la intención de debilitarlo, para quitarlo del camino sucesorio. Claro, Samuel Moreno aspira a ser candidato a gobernador con los avales beltronista y padrecista. Incluso ya comentan, en tono jocoserio, que el ideal del gobernador Padrés es tener como candidatos a gobernador a Roberto Romero y a su compadre Samuel Moreno por el PRI.
Pero Samuel Moreno ya se embroncó con Luis Miranda, quien se desempeñó como secretario de Gobierno en la gestión de su compadre Peña Nieto en el Estado de México. Uno de los subsecretarios de Miranda fue el sonorense Juan Manuel Verdugo, el mismo que cargó en esta ocasión con los platos rotos, aunque informan que el principal responsable del desaguisado fue Javier Antonio García Pequeño, quien antes de la reunión exclamaba al que quería oírlo: “Lo que tiene que hacer uno por una delegación”. Dicen que García Pequeño tendría amarrada la delegación del ISSSTE en Sonora.
Reportan que después de ese encuentro con los cajemenses, Luis Miranda se fue sumamente encabronado. Al parecer él habría dejado la orden: Busquen al filtrador. Pero qué saldo esperaban cuando esa reunión la organizan el día del informe y a unas cuantas cuadras de Palacio de Gobierno. Y todo mundo sabe que las “orejas” gubernamentales se mueven principalmente por los restaurantes. Miranda venía en avión particular. Tan fácil que hubiese sido celebrar esa reunión en Ciudad Obregón, incluso en el aeropuerto cajemense.
Bueno, son de esos detallitos que lo hacen a uno pensar en forma maliciosa.

Otra de diputados
Y a propósito de diputados, esa clase política que permanece en el último lugar de los niveles de confianza de la ciudadanía, dictaron una hitleriana orden que al parecer busca convertir al Congreso del Estado en una versión mejorada de El Castillo de la Pureza. Resulta que los legisladores prohibieron el acceso de los periodistas al segundo piso del edificio, donde están los cubículos de los congresistas, porque “había mucho desorden y se estaban perdiendo muchas cosas”.
Vaya, vaya, vaya.
Los diputados llamando ladrones a los sufridos reporteros.
La orden se la adjudican al administrador del Congreso, Jesús Ramón Moya Grijalva. Y el portador de la noticia, que dio la buena nueva a los periodistas, fue el diputado priísta nogalense Humberto Robles Pompa, conocido con el remoquete de “El Buitre”.
Ahí tiene usted, caro lector, un “Buitre” acusando de ladrones a los periodistas. Y lo que le falta a uno por ver en la actual legislatura.

Las maquinitas de funcionarios
El reciente decomiso de varias maquinitas tragamonedas que convertían al Mercado Municipal número 1 en “El Casino de los Pobres”, dejó algunos detalles interesantes.
En el viejo inmueble funcionaban 45 maquinitas de juegos de azar que dejaban una ganancia diaria de dos mil pesos en promedio. ¿Y quién era el dueño de ese negociazo de casi 100 mil pesos diarios?
Bueno, los beneficiarios habrían sido funcionarios del Nuevo Sonora. Entre ellos mencionan a Javier Dagnino, Paco Bueno y Adrián Espinoza. Las maquinitas, al parecer, procedían de Tijuana.
¿Usted piensa que ese negocio era de los políticos antes mencionados?
¿O que los intentan desacreditar con esa versión?

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