lunes, 15 de octubre de 2012

Bisturí

El de Padrés, un Gobierno de Engaños

 José Luis Parra

      HERMOSILLO, Sonora, octubre 15 de 2012.- El arte de la política reside en el engaño. Así, se cumple la vieja sentencia: El fin justifica los medios. Esta máxima suele ser aplicada en sentido negativo y positivo, de acuerdo a los intereses en juego. El actual régimen de la alternancia viene aplicando la estrategia desde el inicio, con resultados cuestionables. Como ejemplos, dos botones de muestra: El acueducto y la supuesta enfermedad del gobernador Guillermo Padrés.
      Para no pocos sonorenses el de Padrés ha sido un gobierno de engaños. Es un estilo de gobernar. Muy respetable. ¿Pero le ha funcionado ese estilo a la actual clase gobernante? Los resultados de la más reciente encuesta ordenada desde la cumbre del poder dicen que no.
     El acueducto Independencia, desde que anunciaron la obra consentida del sexenio, ha sido objeto de engaños, polémica y división entre los sonorenses. Su costo social y político es muy alto. Pero aún así su ejecución sigue adelante, aunque el final es incierto porque dependerá en gran medida de la venia presidencial de Enrique Peña Nieto.
    La información vital del acueducto nunca ha fluido, sobre todo en los aspectos técnicos y financieros. Se supone que la intención es privatizar el servicio de agua que llegará a los hermosillenses desde la presa El Novillo, aunque ello es parte de ese vacío de información. Las batallas, en todo caso, se librarán en el Congreso del Estado, donde también hay división por el costo-beneficio de esa polémica obra.
    Pero hay otra sentencia que pudiera aplicarse al acueducto: En política todo es negociable.

El otro engaño
Ya casi nadie recuerda la supuesta enfermedad del gobernador Padrés, a un año de distancia. Como la memoria es flaca, mejor reproducimos una parte de la columna escrita el pasado 1 de noviembre:
     El gobernador Guillermo Padrés estaría bajo tratamiento médico por cálculos biliares que sufre desde su campaña de proselitismo. Esa versión está confirmada. Incluso dicen que ha viajado en tres ocasiones a Cuba para consultar a médicos especialistas. Pero de lo que poco se sabe es que difundir esta afección del mandatario formaría parte de una estrategia mediática del propio equipo padrecista.
    ¿A qué obedecería esta acción publicitaria?
    En círculos gubernamentales y panistas critican esta acción de los formadores de imagen y opinión que asesoran a Padrés, porque supuestamente lo que se busca es generar un sentimiento de compasión en la sociedad sonorense.
    Nunca se debe mostrar a un gobernante disminuido físicamente por una enfermedad, reza la vieja regla del sistema político.
    Un gobernador tiene prohibido enfermarse durante su gestión, fuera de un simple catarro.
   Así de fácil.
Pero lo desconcertante para los que están enterados de la situación, es que ven a un gobernador enterito, en completa actividad, con un entusiasmo que contagia. Y sin embargo saben que tiene cálculos biliares.
Y también están seguros que filtrar lo de la enfermedad es parte de una estrategia publicitaria .
Pero cualquier razonamiento lógico se topa con la dura pared que tiene pintado tremendo signo de interrogación: ¿Para qué?
Hasta allí la columna escrita el 1 de noviembre. El punto de generar un sentimiento de compasión en la sociedad sonorense, incluso fue retomado en tribuna del Congreso del Estado por el entonces diputado priísta Bulmaro Pacheco Moreno.
La conclusión es, caro lector: ¿Es creíble para los sonorenses los resultados del tercer informe de gobierno?
La presidencia de Chayo Rodríguez, ¿hasta 2013?
El encargo que le confiaron los priístas a Chayo Rodríguez, de ser presidente estatal del PRI en forma interina, estatutariamente vence al iniciar noviembre. ¿Pero qué tan conveniente sería el cambio si el relevo en el CEN está programado para el 20 de noviembre?
Pese a tiempos políticos sumamente complejos y divididos, Chayo ha cumplido con creces. Su logro es que ha mantenido la unidad en su partido, cuando casi todo mundo auguraba la inminente fracturación del tricolor.
¿Cómo lo hizo?
Quién sabe.
Pero cumplió con su chamba.
A los perdedores de las elecciones internas para postular candidatos a puestos de elección popular, los convenció, como se dice popularmente, a puro salivazo. Pero lo hizo. No hubo escisiones. No había puestos para ofrecer, menos dinero. Y convenció a los perdedores.
Entonces, si Chayo ha cumplido, ¿para qué cambiarlo cuando falta tan poco para el cambio de presidente nacional del CEN del PRI?
Bueno, eso dicta la lógica.
Aunque quién rayos puede afirmar que hay lógica en política.
El mismo Pedro Joaquín Coldwel anticipó que será relevado por uno de los jóvenes cuadros del partido. Obviamente el próximo presidente nacional del PRI será cercano a Enrique Peña Nieto.
La renovación del CEN del PRI está programada para la tradicional Asamblea Nacional que se realiza el 20 de noviembre. Allí sería nombrado como nuevo presidente un joven peñista.
Nomás falta que Ernesto de Lucas Hopkins sea el relevo de Coldwel.
Un sonorense, de Magdalena, ¿al timón de la nave priísta?
Como estrategia política-mediática, sería bastante redituable revivir los ideales de Luis Donaldo Colosio.
Y es que no hay muchos jóvenes en el primer círculo de Peña Nieto.
¿Será “El Pato” ese joven que anticipa Coldwel?

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