AGENCIA RIO MAYO

DON PORFIRIO Y EL PACTO

 DE LA EMBAJADA.

Javier Félix G.

      NAVOJOA, Sonora, febrero 22 de 2012.- Es sabido que en este país no se mueve ni la hoja de un árbol sin la voluntad de los Estados Unidos. Como dijo Don Porfirio, pobre de México, tan lejos de Dios y tan cerca de los Estados Unidos.

Se cumplen 99 años del asesinato de Madero y Pino Suárez, presidente y vicepresidente de México, sucedido el 22 de febrero de 1913, crimen ordenado por el embajador de los Estados Unidos, Wilson, punto culminante del golpe de estado al que la historia nacional ha llamado Pacto de la Embajada, también La Decena Trágica, conspiración cuya sede fue la embajada norteamericana, contando con la traición del general en jefe del ejército Victoriano Huerta, nombrado en ese puesto por el mismo Madero.

Los sangrientos sucesos de febrero de 1913 desencadenan la guerra civil en el país, la Revolución Mexicana que destruyó el viejo régimen porfirista y dio origen a una nueva nación, un costo en vidas humanas de un millón de muertos, la revolución que vino de los estados norteños, Coahuila y Sonora, principalmente, quedando triunfadores al final los sonorenses con Obregón a la cabeza, presidente de la República de 1920 a 1924.

Queda la interrogante para los historiadores sobre como hubieran evolucionado los acontecimientos si no intervienen violentamente los norteamericanos mediante el Pacto de la Embajada. Cuando Don Porfirio se embarcó en el Ipiranga rumbo a Europa, dejó un país en paz, Álvaro Obregón era un pequeño agricultor y presidente municipal de Huatabampo en Sonora, quien nunca se imaginó hasta dónde iba ir a parar, y todos los acontecimientos que estaban por suceder.

Viene a colación este comentario por los tiempos electorales que se viven en México que han traído la noticia de que la persecución política de los ex gobernadores priístas de Tamaulipas se debe a filtraciones de la DEA, respondiendo a los intereses económicos  de los EU, intrigas políticas ordenadas desde Washington. Puede ser cierto o no lo anterior, pero lo que sí tenemos que admitir es que lo que sucede en el país tiene mucha influencia de la vecina potencia imperial.