Parece ser que por fin, en
México, la autoridad federal va a actuar decididamente contra la tendencia a
permitir o tolerar la instauración de prácticas monopólicas en diversas
actividades productivas del país.
Para subrayar su importancia, el jueves pasado, el presidente Enrique
Peña Nieto participó en la inauguración de la Convención Nacional de
Industriales 2014, de la Cámara Nacional de la Industria de Transformación
(Canacintra), en donde estableció criterios tanto con el presidente de dicho
órgano, como con el presidente de la Confederación Patronal de la República
Mexicana (Coparmex),Juan Pablo Castañón.
Los economistas sabemos que
cuando en una economía operan monopolios o predominan prácticas monopólicas, se
distorsionan las relaciones económicas que deben predominar en los mercados para
que se dé el buen funcionamiento de los precios relativos, que son los que dan
las señales de lo que la economía requiere para asignar con eficiencia los
bienes y servicios.
El Presidente anunció que
acababa de presentar a las instancias legislativas la ley secundaria para hacer
efectiva la reforma constitucional en competencia económica, que cerraría el paso a prácticas
anticompetitivas y monopólicas.
“Con esta propuesta, que estaría
sujeta a revisión y debate en el Legislativo, se busca incrementar la
competitividad, lograr un mayor crecimiento económico y la creación de más
empleos, a tiempo de apuntalar la participación de pequeñas y medianas
empresas, que son las fuertes generadoras de empleos en el país”, dijo.
El Presidente expuso que se
busca que la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) opere con
eficiencia y que haya determinaciones claras para articular buenas estructuras
dominantes en los procesos productivos del país.
No hay duda de que uno de los
grandes problemas de la economía nacional lo constituyen los altos niveles de
monopolización de sectores importantes para el desarrollo nacional, de ahí que
abogó por leyes secundarias de competencia que fortalecerían la economía.
Con la Comisión Federal de
Competencia Económica (Cofece) reforzada, con motivo de la reforma
constitucional de 2013, se cuenta con instrumentos para que las empresas
compitan en igualdad, a fin de que los mexicanos tengan acceso a mejores
productos y servicios de mayor calidad, garantizando el nuevo mandato constitucional
de separar a la autoridad investigadora de la que resuelve y determina la
materia.
Evidentemente hubo algunos
aspectos de la iniciativa de ley secundaria que preocuparon a los asistentes.
Por ejemplo, temen que sea un arma de doble filo, porque si bien combatirá
malas prácticas, puede también aplicarse para “hacer pedazos a una empresa”.
Les preocupa también que haya
“mano dura” contra prácticas monopólicas y la ampliación del catálogo de las
que se considerarán conductas anticompetitivas, la prohibición de monopolios,
prácticas monopólicas, concentraciones ilícitas y barreras que dañen la libre
competencia. Otro elemento que les preocupó fue la propuesta para mayor
eficiencia y agilidad procesal, que fija procesos más cortos al limitar el número
de recursos a interponerse.
Por su parte, propone un
experto en derecho mercantil de la competencia e investigador de la Universidad
Autónoma del Estado de Morelos, que “deberá incorporarse” también como práctica
monopólica relativa” la regulación sobre insumos esenciales y la
obstaculización de acceso al mercado.
Otros expertos en este campo
precisan la necesidad de una reglamentación que contribuya a la desarticulación
de jugadores dominantes; “resultaría indispensable que esté sobre la mesa, en
la discusión de las leyes secundarias, el que haya determinaciones
perfectamente claras para desarticular estructuras dominantes en el mercado y
que haya todos los tipos de bienes y servicios, hasta la producción de pan”,
dijo el director de la carrera de economía y finanzas del Tecnológico de
Monterrey campus Santa Fe.
Otro punto que destacan los
expertos en competencia económica se refiere a la claridad en las
reglamentaciones: “Que haya una mejor definición de lo que se conoce como
mercados dominantes, mejores reglas y más claras para resolver las
problemáticas que se presenten.”
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