domingo, 11 de agosto de 2013

EL ÁLAMO, DE LA MITOLOGÍA GRIEGA A LA MAGIA DE LA CIUDAD DE LOS PORTALES



De todos los vegetales residentes de esta región pudiéramos asentar que el Álamo debería de tener un lugar muy especial, ya que de él se deriva el actual nombre de la ciudad de los portales

ÁLAMOS, SONORA.
Juan Vidal Castillo

       Mucho se ha hablado sobre la riqueza botánica de la región aledaña a este pueblo mágico, a decir de los especialistas se han registrado más de 1,200 especies de plantas, lo que representa alrededor de 50 por ciento del total de la flora que existe en México. Algunas de pequeñas, medianas y altas dimensiones, otras exóticas y un sin número en peligro de extinción.


      Por todo lo anterior la UNESCO agregó a la Sierra de Álamos–Río Cuchujaqui, a la red mundial de reservas de la biosfera junto con otras 22 regiones pertenecientes a 18 países.

      De todos nombres de vegetales alamenses que pudiéramos asentar el álamo para los residentes debe o más bien dicho debería de tener un lugar muy especial, ya que de él se deriva el actual nombre de la ciudad de los portales.

      A decir de los abuelos, los primeros colonos durmieron su primera noche debajo de un álamo, por ello llamaron de esa manera a este rincón sonorense.

      En esta ocasión dedicaremos el suplemento a este hermoso espécimen de la  naturaleza.

      Los científicos lo reconocen como Populus tremuloides, llamado álamo temblón como el Populus tremula europeo, es un árbol caducifolio, nativo de las áreas menos templadas de Norteamérica, con el límite norteño determinado por su intolerancia al permafrost. Algunos debaten la idea de que es originario de Roma cuyos ciudadanos lo consideraban árbol del pueblo, de allí el nombre científico.

       Es un árbol mediano, de complexión esbelta, de copa amplia que puede alcanzar usualmente de 20 a 25 m de adulto, con un tronco de 2-8 dm de diámetro; registros máximos midieron 37 m de altura y 14 dm de diámetro.

Las hojas de los adultos.-
      Son cercanamente redondeadas, 4-8 cm de diámetro con pequeños escotaduras redondeadas, 3-7 cm de longitud, pecíolos achatados.

      Los árboles jóvenes los tienen mucho más largos (1-2 dm de long.), pareciendo hojas triangulares.




Las flores.-
      Tienen amentos de 4-6 cm de longitud, producidas temprano en la primavera antes que las hojas; es un árbol diclino dioico, con las flores masculinas y femeninas en diferentes árboles.

El fruto.-
     Son cápsulas de 1 dm de longitud, pendulares con un pedúnculo de 6 mm, cada cápsula contiene cerca de 10 diminutas semillas embebidas en pelusa algodonosa, ayudando a la dispersión eólica luego de madurar a principios del verano.

      Existen clones arbustivos enanos en ambientes marginales demasiado fríos y secos para albergar a los árboles grandes; por ejemplo, a elevaciones superiores limitantes en las Montañas Blancas, California.

      Se propaga tanto por semillas como brotes de raíces, y el uso extensivo de colonias clonales es común. Cada colonia proviene de una madre, lográndose que todos sus árboles tengan idénticas características, y compartan la estructura radicular. Un clon puede poseer un color que toma más temprano o más tarde en el verano que sus vecinos distintos clones. Los tonos del verano usualmente oscilan en los amarillentos brillantes; en algunas áreas, los rojizos fuertes se ven ocasionalmente.

       Como todos los fustes de una colonia clonal son parte de un mismo organismo, la colonia clonal Pando, es considerada la más gigantesca y más viejo organismo viviente de 6.000 y aproximadamente 80.000 años de antigüedad.

     Las hojas del álamo temblón son alimento de gusanos de varias especies de lepidópteros.

      Se le identifica también con los nombres de Álamo bastardo, Chopo blanco o Peralejo.

     Es una especie frecuente en todo el noroeste de México, destacando principalmente en las orillas de los arroyos y ríos, donde puede formar densos bosques en galería. En esta ciudad se localiza en la orilla de los arroyos de La Aduana y Agua Escondida, también en el paseo Rosales inicialmente bautizado como La Alameda donde en sus inicios era una especie residente que fue utilizada por los alamenses del ayer como fuente de sombra, en nuestros días como especie ornamental igual que en Navojoa, México D.F., Mérida, Culiacán, Asturias, Oviedo, La Habana y Barajas.

     Su madera es ligera, blanda, quebradiza y de poca calidad, por lo que se utiliza para la fabricación de embalajes y papel. Su uso principal es como árbol de sombra o para crear pantallas que aislan del ruido de carreteras y calzadas.

LEYENDAS DEL ÁLAMO.

      Es una especie destacada de la mitología griega, en donde se cuenta la leyenda de que el dios Hades, soberano del mundo de los muertos, se enamoró de Leuca. A raíz de este amor surgió el álamo, que era el símbolo de     su relación. Cuando ella murió, Hades hizo surgir al álamo blanco en los Campos Elíseos, donde se encontraban todas las almas muertas. Como consecuencia de esta historia éste árbol se cultivaba en camposantos y monumentos funerarios.

      Otra leyenda en la que el álamo es protagonista es aquella en las que las Helíades, hijas del dios Helios, se quedaron petrificadas al enterarse del doloroso episodio de que su hermano Faetón había muerto. La reacción de las dos hermanas fue de asombro y tristeza, por lo que la fatal noticia las convirtió a ambas en álamos.

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