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Alejandro Olaís |
Por Alejandro Olaís
PRI: burrito de
Aquimichú
Los esfuerzos del presidente
Enrique Peña por conciliar a los mexicanos, se estrellan en Sinaloa y Sonora
donde a la catástrofe derivada de la hegemonía artificial del hoy en ruinas
partido Acción Nacional, se suma el afán del opositor Revolucionario Institucional
por preservar en nocivas prácticas, privilegiado vicios cupulares, y marginando
la militancia, en clara muestra de no haber aprendido la lección.
A ritmo del burrito de Aquimichú, un paso atrás otro pa’lante, del
estado de los once ríos el politólogo Roberto Soltero Acuña dijo en su programa
de alcance nacional en Radiorama, con
el riesgo de fracturas internas en el PRI, por los casos de Culiacán y Guasave,
donde la cultura de la línea prevaleció
para favorecer las candidaturas de Sergio Torres Félix y Rosendo Camacho Luque,
dejando en el camino las aspiraciones de Cenovio Ruiz Zazueta y del ex
procurador de justicia, Luis Antonio Cárdenas Fonseca, ha culminado el proceso
de selección de candidatos a las presidencias municipales, entrando hoy los
partidos en período de veda electoral.
—El calendario abrió ya el registro de
candidatos a diputados, síndicos procuradores y regidores por el principio de
mayoría relativa con límite al próximo 20 de mayo, ante consejos distritales y
municipales; en cuanto a las listas de representación proporcional, el plazo es
del 21 al 28 de este mismo mes ante la instancia estatal.
—En el proceso electoral de
2010, el PRI lanzó por esta vía al Congreso del Estado Cenovio Ruiz, Cárdenas Fonseca, Francisca
Corrales, Antonio Castañeda Verduzco y 3 de ellos buscaron la nominación a la
alcaldía de Culiacán.
—De éstos, Paquis Corrales dejó la curul para convertirse el año pasado en
diputada federal, y Castañeda se quedó en la cámara local, acatando órdenes de
Aarón Rivas para operar la candidatura de Torres Félix, y ante la avalancha
política, Cenovio se retiró de la contienda, descalificando de antemano el
proceso, y Cárdenas está en espera del fallo del Tribunal Electoral de la
Federación, tras impugnar la convención municipal de Guasave.
—A pesar de los jaloneos, dentro
del PRI la lista de diputados plurinominales estará integrada por Jesús Burgos
Pinto, Margarita Villaescusa—suplente en el Senado del gobernador Mario
López Valdez—, Jesús Enrique Hernández
Chávez y Sandra Lara, y llevará como parte del facto con el Panal (el
partido Nueva Alianza a través del cual sobrevive la prisionera Elba Esther
Gordillo) a José Mendívil Zazueta.
—Por su
experiencia, el liderazgo de la venidera legislatura sinaloense podría recaer
en Chuquiqui Hernández Chávez, aunque
Malova se inclina por Margarita, la ex
senadora compañera de fórmula en su último cargo dentro del PRI, donde desde la
oposición y el ejecutivo estatal, evidentemente sigue mandando, apoyado en los
poderes fácticos, los ex gobernadores Francisco Labastida y Juan Millán
Lizárraga, y el propósito de los nuevos hacedores de la política tricolor en
Sinaloa, empeñados en una sucesión tersa en 2016.
Simultáneamente,
en la tierra del faisán y el venado, la imposición de Alfonso Elías Serrano al timón del PRI-Sonora va a dividir
el priísmo de la entidad—el duranguense
delegado del comité nacional Jorge Herrera Delgado, no supo pulsar el sentir de
la militancia, a pesar de blofear haber convencido a Ricardo Bours Castelo, o
el peso de la consigna no dio pa’más—, distorsionando la urgencia de recuperar
el gobierno estatal de las garras del desmoronado panismo.
Ponchito Elías ya dio muestras
en 2009 de no poder con la vuelta—luego brincó de una liana a otra, recurriendo
cuando la fuerza de Elba Esther Gordillo osó nulificarlo, al padrinazgo de
Manlio Fabio Beltrones para destetarse de Eduardo Bours—, y tampoco es
recomendable reciclar derrotados en estrategia de reivindicación política.
Además los rancheros nunca fueron
diestros en dichos menesteres—salvo la diputación federal de Sergio Torres
Serano, por el inevitable reparto de cuotas del sistema, siendo en 1988
presidente de la Confederación Nacional Ganadera, y el propio Elías entrando al
Senado en 2006 como cabeza de fórmula perdedora—, verbigracia la experiencia de
1967.
En
esa ocasión el jerarca tricolor en el país, Lauro Ortega impulsó por cuenta
propia las aspiraciones del dirigente de la UGRS Enrique Cubillas—se conocieron
siendo aquel subsecretario pecuario federal—, participando como pre candidato
en ríspida contienda con el lema Estamos
Contigo, formado por Enguerrando Tapia Quijada, con las iniciales del
precandidato.
Por cierto, en la cresta de la polémica, interrogado sobre si estaba
preparado para eventual embestida legal, don Enrique retobó, yo no tengo más amparo que mi esposa!
Previamente, al arribo en 1864 de Gustavo
Díaz Ordaz con el penacho de candidato presidencial a Hermosillo—fue la única
vez que el poblano de la sonrisa forzada se paró en el noroeste de México,
viniendo únicamente 40 minutos a un Día de la Marina a Mazatlán—, Cubillas le
formó valla de varias cuadras con cientos de jinetes montando briosos corceles,
pero evidentemente se quedó corto.
La crueldad afloró a posteriori cuando fue
invitado por Julio Escalante —figura prominente entonces de la economía
regional—, a visitar en Los Pinos a don Gustavo.
Hombre de mundo, compadre del inolvidable Pedro Infante, de Japón le
trajo Escalante al preciso un abrigo y al sentirlo en sus manos, Díaz Ordaz
exclamó, ¡que cachondo, Julio; muchas
gracias!, y reinando en la residencia oficial del Distrito Federal franca
camaradería, don Enrique preguntó al estelar inquilino, el porqué no había sido
favorecido en la sucesión de Luis Encinas, decidida a favor de Faustino Félix
Escalante.
De léxico lapidario y tras
indagar en el imprudente convidado si de veras quería la verdad, la soltó:
—Mire señor Cubillas, usted no fue
gobernador de Sonora, por tres razones. La primera, que nunca fue un buen
administrador de sus negocios, y si salió avante se debió a estímulos
especiales de la Federación. Segundo, proviene del sector más reaccionario de
México, el de los ganaderos, que ganan tanto y jamás reinvierten con sentido
social.
De pronto, el mandatario detuvo la alocución e interrogó, ¿quiere todavía que le diga la tercera?
Si
señor presidente, alcanzó a balbucear. La tercera es, mi querido amigo —remarcó las palabras—, que no se puede hacer un festín de la vida,
y a la vez, servir a México.
Patriarca de socialmente reconocida familia de Hermosillo, don Enrique Cubillas
falleció de enfermedad propia de la edad en enero de 2002, en su residencia de la capital del estado.
A propósito de la referida clase o élite, ahora mismo están enfrascados
en áspero diferendo por el destino del antiguo Casino de Hermosillo—construido
en los sesenta, durante el gobierno del precitado Encinas Johnson—cuya
bancarrota en perjuicio de alrededor de 400 accionistas documentalmente
efectivos, ha llevado a vigentes directivos a rentar el inmueble a una empresa
de juegos de azahar.
El tema ha enfrascado
par de corrientes, ante agudizado problema de la ludopatía en el estado—causa
semejante vicio de hombres y mujeres, al margen de su condición social, de desintegración
familiar, con decenas de divorcios, y un suicidio—, invadiendo estos casinos
Sonora entero con un total de 28 (ocho en Hermosillo) superándonos únicamente
Nuevo León con 45, mientras en la ciudad de Guadalajara, hay 11.
Vecinos de la colonia
Pitic, colindante con la zona hotelera de la capital, y fracción de socios
capitaneados por doña Sylvia Loera de Healy—dueña del periódico El Imparcial—, rechazan rabiosamente la
renta del casino aludido a la firma Nes
Gadol S.A. de C.V., por la cantidad de 400 mil pesos mensuales, en
atropellada atribución de los directivos Luis Alberto Rodríguez Elías y Jesús
Manuel Molina Elías, ignorando al presidente del consejo Antonio Proto Elías.
En el reverso de la
medalla, surgen opiniones dignas de escucharse—una del eminente
otorrinolaringólogo Rafael Espinoza Ulloa—, haciendo crudo recuento del Casino
de Hermosillo, en los últimos 20 años, desembocando en patética realidad.
Durante décadas
seguidas el presidente fue Guatimoc Iberry González, quien aún exiliado por
condena basada en su desempeño como alcalde naranjero convocaba a sesión y
procedente de Tucson, venía y refutaba a escasos socios presentes, como no hay quórum, no puedo informar nada,
ni estoy obligado a rendir cuentas, sin embargo hizo gestiones por vender
el edificio como terreno al gobernador Eduardo Bours, para construir un centro
de convenciones, iniciativa abortada por generalizado repudio popular.
Volviendo con Espinoza Ulloa, dadas
las condiciones de deterioro del indicado casino—no tienen para pagar
empleados, y tampoco se renta por el descuido de sus salones, rebasándolos los
hoteles y club Lagos, donde dada la
competencia no se cobra descorche, además del progreso por incómoda ubicación,
sin estacionamiento—, debe rentarse al mejor postor, pero distribuir parte de
la ganancia en los socios, así sea en ‘cundinas’, de diez o veinte de ellos
beneficiados cada mes.
—Es preferible, a dejar el
abandono termine por destruirlo, dice el doctor Espinoza, amén de sin
contar todavía con la aprobación de la asamblea en el Casino de Hermosillo han
iniciado ya los trabajos de remodelación de los arrendatarios.
De ribete, a las
autoridades—estatales y municipales—, les vale, ocupados como están en
distorsionar verdades, en perversa venganza de condena de la ciudadanía, con
trampas mortales como las tirolesas del centro ecológico, o confundir a los
hermosillenses con la falsa seguridad de avance en el acueducto, sin contar con
los requeridos e insoslayables permisos de uso federal de suelo y las aguas de
la presa ‘El Novillo’
El amparo concedido
por la Suprema Corte de Justicia de la Nación a la tribu Yaqui para ser
recibidos en audiencia por la secretaría del medio ambiente, ninguna relación
tiene con el fallo pendiente de desacato a la Constitución del gobernador
Guillermo Padrés Elías, sostenido contra viento y marea por chantaje del
partido Acción Nacional en el Pacto por
México.
E importándoles un bledo
la población, a la denuncia del neurocirujano Carlos Manuel González Méndez,
secretario general del sindicato respectivo, de estar quebrados vía saqueo,
instituciones de la dimensión de los hospitales General del Estado e Infantil,
donde, la ausencia de insumos,
instalaciones que no cumplen las normas, desabasto de medicinas, y personal
insuficiente, registrándose lamentables muertes de pacientes que no deberían
haber fallecido, el torpe secretario del ramo, Bernardo Campillo, lejos de
presentar soluciones, argumento que el médico en cuestión está despedido,
preguntándonos, ¿también de su organización gremial?
Ahondando el conflicto el Bernardo dispuso cesar a la jefa de piso de
cirugía del Hospital Infantil del Estado, Sayra Reyna Contreras, y hay otros
cinco esperando la remoción de sus puestos de confianza.
Ítem más, creyendo a los sonorenses retrasados mentales administran
aspirinas de consuelo, para encubrir
galopante corrupción, cono noticias como el despido de joven chofer de 23 años
por pasarse en unidad motriz de la secretaría de Educación y Cultura, de Nogales Sonora a la zona comercial de
Arizona, manteniendo impune al rector de la Universidad de San Luis Río
Colorado, Carlos Ramírez Escamilla, aún comprobando su tocayo contralor Tapia,
testimonio gráfico del uso de vehículo oficial en mall de San Diego,
California.
A la vez Padrés tiende cortina de humo visitando el 10 de mayo a minoría
de la etnia yaqui, comprada para aplaudirle, y yendo hoy lunes a colonia de Ciudad Obregón en desafío a
desencantados habitantes del sur de Sonora, llevándoles esta vez eventual
subsidio a las tarifas de consumo doméstico, obviando el problema toral con la
de riego, tejiendo malévola división entre citadinos y el sector agrícola.
En alguna forma lo emula el inútil
alcalde de Navojoa, Alberto Natanael Guerrero López, mejor conocido en el bajo
mundo del hampa política con el remoquete de
Pitillo, asando hamburguesas para niños, y/o fomentando el vicio del
alcohol en riveras del río Mayo, pero obras de beneficio colectivo, cero.
Tampoco oyen la indignación generalizada por el arbitrario aumento a 90
pesos a las actas de nacimiento, fijando en insaciable corrupción la vigencia
de estas en sólo 6 meses, en medida recomenda por el hitleriano Javier Alcaraz
Ortega, director de Imagen Institucional,
puesto creado en 1991 para Daniel Anduaga González, por Beltrones Rivera, al
asumir la gubernatura a los 38 años de edad.
Igualmente,
en total desprecio a sus designaciones, Padres se brinca delegados, acudiendo
al altiplano a fotografiarse con secretarios, dizque firmando acuerdos de
trabajo Federación-Estado.
Viene a cuento la época del munícipe navojoense, Samuel Ocaña
García—personalmente desarmó y arrestó al jefe policíaco citadino, Heriberto
Nolasco, y 14 agentes, por el crimen de Vladimir Ibarra—, indignado porque a
la petición a la secretaría de Asentamientos Humanos y Obras Públicas, de
construir puente peatonal para escuela normal construida al sur de la ciudad,
en colindancia con la carretera internacional, el delegado Oscar Pinto Lujan
respondió, no cumplo caprichos de
presidentitos.
Así, al llegar a la
gubernatura, le pidió al subsecretario de la SAHOP, Rodolfo Félix Valdés, le
cambiara a Pinto, y cuando el de Nacozari preguntó ¿por quien?, le dijo, por el
que usted quiera, arribando de esa manera a finales de 1979, procedente de
Baja California Sur, Humberto Valdés Ruy Sánchez, y con él, de segundo, su
paisano de Navojoa, Javier Hernández Armenta.
Hoy en día, Hernández
Armenta—El Zurdo
para sus cuates—, es el delegado de la transformada secretaría de
Comunicaciones y Transportes, y no de gratis, pues su trayectoria, entraña
constante esfuerzo de superación, y eficacia.
En 1991, siendo el Hernández Armenta líder del PRI municipal, fue
invitado por el dirigente estatal, Roberto Sánchez Cerezo, a dar al candidato a
gobernador, Beltrones, una explicación sobre los seccionales, sorprendiéndose
Manlio al grado de expresar, eso es lo
que yo llamo ingeniería política.
A través del tiempo y la
distancia para el Zurdo Hernández, no
sin tribulaciones, lo demás se ha dado por añadidura.
Virando a tema luctuoso doloroso, para quienes vivimos añorando raíces y sucesos
imperecederos del Navojoa de siempre, hondo pesar experimentamos por la muerte
la noche del martes 7 de Víctor Bastidas Lafargue, mejor conocido como El Barón, más que el peluquero por
excelencia de la comunidad, ícono de la perla del Mayo.
Uno
de sus alumnos, Porfirio Valdez Carrillo—fígaro a éstas alturas legendario y
mejor amigo, el Pío—, relata que
tendría unos 13 años de edad don Víctor al aparecer en 1928 en la entonces
papalotera población, y estaba vendiendo petróleo ‘Lila’ cuando el 19 de julio
de ese año vio bajar del tren del ferrocarril el ataúd conteniendo los restos
del general Álvaro Obregón Salido, asesinado la antevíspera en la ciudad de
México.
El peluquero del caudillo
invicto de la revolución mexicana y de Fausto Topete era Pedro Balderrama,
alias El Chapo, y fue éste quien le
enseñó a Bastidas el oficio de las tijeras.
Cuantas noches
de bohemia disfrutamos en la irresponsable primera juventud en el local de la
barbería del Barón Bastidas—contiguo al restaurant de doña Felisa, otro personaje inolvidable—,
aguardando en busca del porqué de lo ignorado el amanecer, en tertulias
organizadas a hurtadillas por uno de sus aprendices, Rubén Torres Corral,
compañero en los sesenta del club ‘Yoreme’s’
Niños aún, sabíamos del
parentesco de Bastidas con los Cucos
del arroyo de la calle Rincón—procedentes del
barrio La Laguna, diariamente con
Blas Holguín Alatorre, Leonel Arguelles Méndez, Vicente de la Mora Fierro,
finados los dos últimos, cruzábamos el tiempo
ha desaparecido puente de la esquina con Morelos, camino del ‘Centro Escolar
Talamante’—, y doña María Esther Almada, madre del hoy internacionalmente
reconocido endocrinólogo Roberto Holguín.
Don Víctor estuvo casado con la señora Consuelo Ureña, y aunque no
procrearon hijos, acogieron como tales a los sobrinos Rubén, Guillermo,
Rodrigo, Blanca, María Luisa y Ofelia Ochoa Bastidas, descendientes de una
hermana del Barón.
Considerado Bastidas Lafargue barón
servicial, noble, carismático, caballero, popular como ninguno, un señorón que
en el conglomerado navojoense ayudaba a cuanto cristiano veía en necesidad, con
lo poco que él tenía, incursionó también en la política, como coordinador en
1961 de campaña en el sur de Sonora, del precandidato a gobernador del
distintivo rojo Ricardo Topete, cuyo grito de campaña fue Ahora o nunca, teniendo de colaboradores a Armando Reyna y Víctor
Hugo Pablos.
Igual fue ‘El Barón’ peluquero
de don Bernardo Félix, padre de la María
Bonita del cine nacional, domiciliado en los veinte por la calle Guerrero,
frente al giro actual ‘Autorefacciones del Mayo, exactamente donde
posteriormente por varias décadas operó el colegio de la profesora Dolores
Enedina Cuiltre.
Arrojado como pocos el
simpático biografiado, tuvo debut y despedida como boxeador, contra el apodado Negro Santacruz, quien lo mandó a la
lona de tremendo guamazo en el primer round y ahí se acabó te quería en el
deporte de las orejas de coliflor.
Nacido don Víctor Bastidas Lafargue
en El Quelite, Sinaloa, el 8 de marzo de
1916, rindió cuentas al creador a la media noche del 7 de mayo reciente,
sirviendo estas líneas como un modesto homenaje a su memoria, en una sociedad
olvidadiza hasta el nombre del ‘Microbio’—Ramón Rivas—, otro personaje como del paisaje, quien solía decir, si se acaba el mundo, me voy p’a Mochis.
Es cuánto.
Dios
nos bendiga a todos.
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