Soportaron los asaltos de dos famosos
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| Los carruajes proporcionaron im- portante servicio de comunicación |
Juan Vidal
Castillo
Álamos, Sonora, enero 20 de 2013.- Hace
cosa de años, la tribu Guarijío me proporcionó un caballo para transportarme desde
Mesa Colorada al pueblo de Guarajay para realizar algunas tareas propias de la
función pública en que me desempeñaba.
Durante el trayecto mi mente aprovechó para
admirar el medio de transportación que en la actualidad tienen disponible estas
gentes, también recordé aquel que no hace mucho tiempo las gentes de la ciudad
de los Portales utilizaban para ir de un pueblo distante a otro, para llevar
las mercancías o para comunicarse.
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| En los 30´s se im plementa el trans porte de pasaje- ros. Don Baldome ro inició como cho fer y su línea aún es de la familia. |
Leía que los caminos troncales aptos para
que circularan las mercancías del comercio exterior y algunas nacionales eran
los mejor acondicionados y los únicos habilitados para la circulación de
carruajes, en cambio la mayoría como por el que me transportaba no fueron más
que senderos por donde sólo transitaban bestias de carga (los utilizados para
el sistema de arriería).
Los principales usuarios de los caminos
troncales de Álamos fueron las líneas de carruajes y de diligencias que se
detenían en los mesones, posadas, hoteles y paraderos ubicados en las postas
donde se hacía la remuda de caballos, estaban ubicados en las poblaciones más
importantes, la posta más cercana estaba en Minas Nuevas.
Álamos contaba dos mesones: el ubicado en
lo que actualmente es la cantina el Señorial y otro en la casona que fue
suplida por la actual sede del Seguro Social.
Quienes trazaron las callejuelas de Álamos
lo hicieron pensando en los vehículos de la época: los carruajes… ¡jamás
pensaron que llegarían los inmensos
camiones que actualmente realizan verdaderas odiseas para hacer sus virajes en
nuestro centro histórico!
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| A principios de los 60´s, se i naugura la carretera pavi mentada Álamos-Navojoa |
Algunos de los vehículos más típicos que
circularon en lo que un día pudo haberse llamado “La Ciudad de los Carruajes”
fueron:
El de camino, COUPÉ TROIS QUARTS o Berlina, el coche más popular de finales de
Siglo XVIII, todo el siglo XIX y comienzos del XX destinado a hacer viajes.
El de collera BREAK DE CHAMP, Siglo XIX -
XX tirado por mulas guarnecidas de colleras, llevaba pasajeros y también la
correspondencia.
El de estribos o MYLORD, siglo XVIII -
XX que tenía asientos en las
portezuelas, el de plaza matriculado y numerado con destino al servicio público
por alquiler y que tenía un punto fijo de parada, precursor de los taxis.
El fúnebre, construido para el transporte
de muertos al cementerio
En esta región durante los primeros años
de funcionamiento, las líneas de carruajes y diligencias soportaron los asaltos
de dos famosos salteadores de caminos: “ El Chorebe y el Manos Pintas” quienes despojaban
a los pasajeros de sus pertenencias.
A finales de los años treintas se
implementa el transporte de pasajeros en carros y aparecen los precursores del
pasaje: Los señores Antonio Palomares, Rosario Escalante, Irene Álvarez,
Hermenegildo Ochoa, Ramón Cano y Baldomero Corral.
El inicio sin banderazo lo dá don Antonio Palomares
al comprar una camioneta con racas y contratar a don Chalo Escalante como
chofer de dicho móvil y de un “Cadillac” muy lujoso que el señor Palomares utilizaba para él y su familia.
Surge su competencia, don Irene Álvarez
quien compra una camionetita que posteriormente vende a don “Gilo Ochoa”.
En 1939 don Ramón Cano trae una camioneta
de racas para transportar el correo. Los dos servicios de transporte a Navojoa salían
de esta ciudad a las 8 de la mañana y llegaban a las 11 a su destino, la perla del
mayo, (la ruta seguía el camino que había dejado el lecho de las antiguas vías
del ferrocarril que finalizaba a un lado de Pueblo Viejo (cuando el río
estaba crecido cruzaban al pasaje en
pangas).
Cuando don Irene vendió a don Gilo el
vehículo, el extinto don Baldomero Corral inicio como chofer para el transporte
del correo; en breve tiempo “don Gilo” le vende a don Baldomero Corral la camioneta
quedando como propietario del transporte de pasaje, a la par que don Chalo
Escalante compra también una camioneta y se inicia una sana competencia (ambos recogían
el pasaje a domicilio).
En 1949 don Ramón Cano, en una camioneta
cerrada de madera para nueve pasajeros inicia con un viaje diario
Navojoa-Álamos Álamos-Navojoa.
Don Baldomero Corral se fortalece y compra
a don Joaquín Hernández otra camioneta y después, en 1955 el mismo “don Baldo” adquiere
un camión para 25 pasajeros, don “Chalo” vende su camioneta y compra también un
camioncito de modelo 1956 al que la
gente llamaba “La Serrana” y continúan trabajando como competencia,
hasta que posteriormente don Chalo vende La Serrana a don Baldomero.
Llegan 1958, 1959 y 1960, y don Baldomero Corral
actualiza los modelos de sus carros ya
que gracias a la pavimentación de la carretera Navojoa-Álamos que se inaugura
en los inicios de los 60’s y el resto es actualidad, las corridas son cada
hora, y la línea que aún pertenece a la familia Corral tiene destinos como
Phoenix en el extranjero y corridas como Culiacán Nogales, y Tijuana por decir…
En fin… tiempos aquellos que ya no
volverán, ya lo decía Rocío Dúrcal: ¡CÓMO HAN PASADO LOS AÑOS!
¡FELIZ DOMINGO!
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