URGE SEDESOL A CREAR ALIANZA INTERNACIONAL POR LA SEGURIDAD ALIMENTARIA

Ante volatilidad de precios en los alimentos, es necesaria alianza entre gobiernos, legisladores, empresarios y organismos internacionales 

     México, D.F., 18 de octubre de 2011.- Un llamado a formar una gran alianza entre organismos internacionales, gobiernos, empresas, productores agrícolas y organizaciones de la sociedad civil, realizó la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), ante la volatilidad de los precios en los alimentos que constituye una de las más graves amenazas para la seguridad de los países en desarrollo, donde la población en pobreza es la más afectada.

     Al asistir al Foro Internacional sobre Seguridad Alimentaria y Volatilidad en los Precios de los Alimentos: Panorama, Perspectivas y Recomendaciones, en el marco del Día Mundial de la Alimentación, el subsecretario de Prospectiva, Planeación y Evaluación, Marco Paz Pellat conminó también a las grandes corporaciones globales que dominan el mercado de alimentos a asumir su responsabilidad  social.

      Destacó que Sedesol trabaja con la Asociación Mexicana de Bancos de Alimentos, para recuperar 30 mil toneladas de alimentos que se desperdician diariamente en el país, de ahí el impulso al Fosora, con el Programa de Empleo Temporal para el levantamiento de la cosecha de productores locales y con ello, incrementar el acopio de productos perecederos en los Bancos de Alimentos

      En el encuentro organizado por el Fondo de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), señaló que “debemos luchar para que no haya una sola familia, niña o niño, con hambre en el mundo y que ello impida a nuestros niños tener un futuro distinto y mejor. Como afirma el Banco Mundial, “hasta una persona con hambre es demasiada”.

      Marco Paz dijo que el Gobierno de México le da la mayor importancia al tema de la alimentación, no sólo porque es un derecho establecido en nuestras leyes, sino también porque el acceso a un consumo alimenticio suficiente y de calidad, constituye un pilar de la construcción de capital humano y por tanto, de la competitividad económica y la superación de la pobreza.