Agencia Río Mayo
Javier Félix G.
ÁLAMOS, Sonora, febrero 06 de 2013.- Se terminó otro festival Ortiz Tirado de fines
de enero en la bella y legendaria ciudad de los portales, Álamos, Sonora,
organizado desde hace 29 años por el Instituto Sonorense de Cultura, cuya
fuerza de trabajo va cada año en una superación constante, perfeccionando la
mecánica del desarrollo del festival hasta convertirlo en una eficiente
maquinaria de entretenimiento artístico, en el principal activo de promoción de
la cultura en el estado.
El
festival es una oportunidad para los cantantes que van comenzando su carrera
artística como las sopranos Nadia Lamadrid, Cesia Olivares y Valeria Quijada,
quienes se presentaron el martes 29 de enero en el palacio municipal de Álamos,
acompañadas al piano por el maestro Héctor Acosta, en La Noche de la Universidad de Sonora.
Hay que
reconocerle al gobernador Ing. Rodolfo Félix V., amante de la música, su empeño
en darle vida al Ortiz Tirado, hace ya tres décadas, esta gran fiesta de música y arte ha sido una
plataforma de lanzamiento de noveles cantantes, un semillero de nuevos valores
artísticos que encuentran su prueba de fuego, su examen final para consagrarse
como cantantes profesionales y estar en condiciones de actuar y tener éxito en los
escenarios internacionales del canto operístico.
En el
festival las voces jóvenes reciben el
acabado final en su educación musical dándole brillo a voces privilegiadas por la naturaleza que desarrollan
el don artístico del canto. Es encomiable la importante labor didáctica que
realizan los artistas consagrados, maestros
como el flautista Horacio Franco con Los Madrigales de Salamone Rossi, su
memorable clase magistral a alumnos avanzados.
Se puede
afirmar que este gran evento cultural ha llegado a su madurez luego de haber
pasado por etapas manipuladas por los intereses de las cervecerías, convirtiéndolo
en una gran cantina, un carnaval anticipado, contaminando el ambiente de sana
diversión del céntrico casco urbano de la colonial población, perdiéndose el
objetivo del festival de forjar nuevos valores del canto operístico y también
de las Bellas Artes, en medio de múltiples presentaciones musicales para el
divertimiento familiar de los sonorenses.
El sábado
2 de febrero, día de la clausura, asistieron cerca de 10 mil jóvenes a
pasársela bien, regresando en camiones, ya de madrugada, con la resaca a
cuestas.
En este festival la gran artista cubana y
maestra de música Marybel Ferrales Nápoles se presentó con su programa Siempre
Cubanísima en el auditorio del Museo Costumbrista de Álamos, institución
cultural que es dirigida eficientemente desde hace 28 años por el buen amigo
Tony Estrada C.; cantó Marybel la versión soprano del Siboney de Ernesto
Lecuona, dando notas altísimas que aún resuenan en el oído, otras canciones Lágrimas
Negras, María La O ,
Ay Mamá Inés, acompañada al piano magistralmente por Héctor Acosta, ambos
compañeros de trabajo en la
Universidad de Sonora en Hermosillo.
La maestra Ferrales Nápoles próximamente
viajará a la Universidad
de La Habana ,
Cuba, para completar sus estudios de maestría sobre la obra coral de la gran
compositora sonorense Emiliana de Zubeldía, continuando la cantante cubana el
trabajo iniciado por la maestra de origen vasco.
El estado
de Sonora ha tenido la buena suerte de que estas dos grandes mujeres artistas
de la música vengan a estar tierras a enseñar su arte y a vivir entre nosotros.
El equipo de afinadores de piano del ISC siempre pendientes de tener a tono al
rey de los instrumentos musicales, como los buenos amigos Jorge Sierra y
Pánfilo Borrego, entre otros más, las caras anónimas de trabajadores que hacen
posible esta bella fiesta.
Los ecos del festival quedan dando vuelta en
los remolinos de la mente, tratando de sintetizar día tras días la cantidad de
vivencias agradabilísimas experimentadas en esta memorable fiesta. Inevitable
que salte la pregunta de ¿ Porqué el Instituto Sonorense de Cultura eliminó las
subsedes, principalmente la de Navojoa ¿.
La respuesta es motivos económicos, ahorro en el presupuesto estatal. Es
una lástima que el fomento a la cultura y al arte se vea exclusivamente bajo la
óptica del dinero, eso es de vista corta, eliminar las subsedes del festival
fue en retroceso.
Los
navojoenses esperamos que vuelvan las subsedes del Festival Alfonso Ortiz
Tirado.
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